Esta noche me ha dado una gran sorpresa. Días después de que recibí su mail diciendome que no se había olvidado de mí y de aquella noche, hoy me llama al cel.
- alo?
- qué onda? cómo estás?
- bien y tú?... (sospechando de quien era la voz)
- bien... si sabes quien habla?
- ( a nadie más le he dado mi nuevo teléfono) sí, ·$%%$
- ah ok,, qué haces?
- viendo la tv, y tú?
- estoy afuera de tu casa, quiero verte
- no, no mames, no te creo ( en mi pijama y recién salida de bañar sin una gota de maquillaje pensando en como chingados iba a salir en esas fachas)
la emoción me ganó, me miré al espejo, no me veía del todo mal... así que salí como en estado de shock, creo que ni la puerta cerré... solo camine hacia su auto, en mi camisón de pijama , como mi cabello ondulado y sin peinar.
Él abrió la puerta del coche y me dijo que entrara o que si prefería que estuvieramos en la calle en pijama...así que tomé la puerta y entré. Me senté de forma que pudiera observarlo, era tan bello como lo recordaba. Su voz... perfecta, irresistiblemente provocadora...
- te extrañé
- pero si ni siquiera llamaste después... yo no quise importunarte si aquello solo había sido algo de una noche
- sí, imaginé que eso ibas a pensar, pero no... es solo que me ha pasado de todo
- bien, ... (no dejaba de verlo... era un bello hipnotizador )
Platicamos de algunas cosas, de su vida y de la mía... nos tomabamos las manos con devoción... y en algún momento hasta con deseo... creo haber visto en su mirada algo de sinceridad y de ganas de llevar aquello casual a algo más.
Estaba feliz, su sorpresa era algo inusual, y por eso mismo me tenía encantada. Pasó el tiempo y decidí regresar a mi casa, no sin antes concertar otra cita con él proximamente...